ACTITUD ANTE EL CÁNCER

Recibir un diagnóstico de cáncer es un golpe, una noticia que detiene el mundo. Tu médico lo ha dicho, una biopsia lo confirma y el tratamiento ya está en la mesa. Es un hecho innegable. ¿Y ahora? ¿Cómo se sigue adelante con esto?

Siempre les digo a mis pacientes que la vida es como una carrera de obstáculos. Desde que nacemos, nos preparamos para superarlos: aprendemos a caminar, a estudiar, a trabajar. La mayoría criamos hijos, les enseñamos a luchar y, cuando ya vuelan solos, a menudo pensamos: "¡Misión cumplida!". Imaginamos el retiro, viajar, disfrutar y hacer lo que nos plazca.

Pero la vida, astuta y llena de sorpresas, no siempre se jubila cuando nosotros lo hacemos. La realidad es que, a partir de los 50 años, es común que aparezcan nuevas pruebas de salud: diabetes, enfermedades del corazón, artritis y, sí, también el cáncer.

El cáncer no es más que otra enfermedad, y como tal, hay que enfrentarla. En mi experiencia, y como su médico, insisto: confíen en la Medicina y en el equipo profesional que los acompaña. Ellos son sus guías en este camino, y ustedes, los protagonistas activos de su propia historia. El cáncer es otro obstáculo, y sí, podemos saltarlo.

Para lograrlo, la actitud es clave. Cultivar una mentalidad positiva, confiar en la ciencia, en los tratamientos y, sobre todo, en usted mismo, es fundamental. El pesimismo, la tristeza profunda, la desesperación, la inactividad y una alimentación descuidada no son solo hábitos o emociones; son aliados silenciosos del cáncer que minan su energía y debilitan su capacidad para luchar.

Por eso, enfoquen su energía en lo contrario: confíen plenamente en su médico y en la ciencia que lo respalda. Nutran su cuerpo con vegetales y frutas frescas, dejen de lado la comida chatarra. Encuentren momentos para reír, para disfrutar y para moverse cada día. Su actitud no es solo una forma de afrontar la enfermedad; es un pilar esencial que puede influir positivamente en su respuesta al tratamiento y en su calidad de vida. Es, de hecho, el arma más poderosa en su arsenal de curación.