CÁNCER DE MAMA: El Tumor Más Investigado del Mundo. Parte I
- Ramón Rodríguez Morales
- 15 jul
- 5 Min. de lectura
El cáncer de mama es tan antiguo como la propia humanidad, presente incluso en otros mamíferos. Desde tiempos inmemoriales, ha generado un sinfín de preguntas sobre sus causas, sobre todo porque, con el paso de los siglos, se ha vuelto una enfermedad cada vez más frecuente. Hoy, el cáncer de mama es el cáncer más diagnosticado en mujeres en la mayor parte del mundo y, lamentablemente, una de las principales causas de muerte por cáncer en este grupo. Esta realidad innegable ha impulsado que, en la actualidad, sea el

cáncer sobre el que más se investiga y se escribe.
Al principio, la falta de conocimiento llevó a teorías que hoy nos parecen curiosas: se pensó que era una enfermedad infecciosa y contagiosa, que afectaba a mujeres que no habían tenido hijos, o que la edad avanzada y la menopausia eran las culpables. Incluso se le asociaron causas tan inverosímiles como el comportamiento o abuso sexual, el masoquismo o los traumas en las mamas. Estas ideas, aunque erróneas, reflejan la desesperación de una época por entender una enfermedad devastadora.
Fue hacia el siglo XVIII cuando los médicos y cuidadores comenzaron a observar patrones: notaban que en los tumores avanzados de las mamas aparecían nódulos (pequeñas masas) en las axilas, y que en casos muy avanzados, el estado general de los pacientes se deterioraba gravemente. Sin embargo, pasó muchísimo tiempo, casi hasta finales del siglo XIX, para que se comprendiera algo fundamental: los tumores estaban conformados por células diferentes a las del tejido sano. Lo más alarmante era su capacidad para diseminarse o viajar a otras partes del cuerpo. Entendimos que esto ocurría principalmente de dos maneras:
A través de la linfa, un líquido que circula por el sistema linfático, transportando células y desechos. Es así como el cáncer de mama puede llegar a los ganglios linfáticos de la axila.
A través de la sangre (venas o arterias), lo que explica cómo las células cancerosas pueden alcanzar órganos distantes, formando metástasis en el hígado, los pulmones o el cerebro.
Estos nuevos conceptos comenzaron a moldear la práctica médica, especialmente entre los cirujanos. A finales del siglo XIX e inicios del XX, cirujanos como el Dr. William Halsted

revolucionaron el tratamiento al desarrollar cirugías radicales para el cáncer de mama. Estas intervenciones implicaban extirpar no solo la mama por completo, sino también los músculos pectorales subyacentes y todo el tejido linfático de la axila. Poco después, otro cirujano, J.A. Urban, propuso un procedimiento aún más extenso, resecando incluso las costillas debajo del tumor; afortunadamente, esta técnica no tuvo mucha acogida. Sin embargo, la cirugía de Halsted se convirtió en el estándar dominante para el cáncer de mama durante las primeras décadas del siglo XX.
Con el tiempo, el Dr. John Madden razonó que en tumores confinados solo a la mama no era necesario extirpar los músculos pectorales. Esta idea llevó a una modificación de la mastectomía radical, un procedimiento que, en casos de tumores grandes, todavía se realiza hoy día. Más tarde, la aparición y desarrollo de la quimioterapia (medicamentos que matan las células cancerosas) y la radioterapia (uso de radiación para destruir tumores) significó un cambio radical. Ahora es posible conservar la mama en muchos tumores pequeños y, en casos mayores bien seleccionados, realizar una cirugía reconstructiva para restaurar la forma del seno.
En cuanto al diagnóstico, que antes dependía de la palpable presencia de un tumor, la mamografía se transformó en la herramienta fundamental. No solo sirve para el diagnóstico definitivo, sino, y esto es crucial, para la pesquisa o diagnóstico precoz de estos tumores, es decir, detectarlos antes de que sean palpables.
Avances Clave en la Mamografía: Una Mirada Detallada
La mamografía ha evolucionado dramáticamente, pasando de ser una técnica básica a una

herramienta de alta tecnología.
Mamografía Digital: El primer gran salto fue la mamografía digital. A diferencia de las placas de película tradicionales, la imagen se captura electrónicamente y se almacena como un archivo digital. Esto ofrece múltiples beneficios:
Menor Dosis de Radiación: Las pacientes se exponen a una cantidad significativamente menor de rayos X, lo que aumenta la seguridad de las pruebas de detección regulares.
Mejor Calidad de Imagen: Las imágenes digitales pueden ser ajustadas y manipuladas (aumentar el contraste, acercar la imagen) en la pantalla por el radiólogo, permitiendo una visualización más clara y detallada del tejido mamario.
Facilidad de Almacenamiento y Compartición: Las imágenes pueden ser archivadas electrónicamente y compartidas fácilmente entre especialistas, lo que agiliza las consultas y segundas opiniones.
Mamografía con Tomosíntesis (Mamografía 3D): Esta es, sin duda, una de las innovaciones más importantes. Mientras que una mamografía digital estándar toma una imagen bidimensional (2D) de la mama, la tomosíntesis adquiere múltiples imágenes de baja dosis desde diferentes ángulos. Estas imágenes son luego reconstruidas por una computadora para crear una imagen tridimensional (3D) de la mama. Esto es crucial porque:
Reduce la Superposición de Tejidos: En una mamografía 2D, el tejido mamario normal puede superponerse y ocultar tumores o crear falsas alarmas. La visión 3D "despliega" el tejido, permitiendo al radiólogo ver a través de las capas y detectar anomalías que de otro modo pasarían desapercibidas.
Mayor Precisión en Mamas Densas: Es particularmente útil en mujeres con mamas densas, que tienen más tejido glandular y fibroso y menos grasa. En estas mamas, los tumores pueden ser difíciles de distinguir. La tomosíntesis mejora significativamente la detección de tumores precoces en estos casos.
Disminuye Falsos Positivos: Al tener una imagen más clara y detallada, se reducen las "falsas alarmas" (hallazgos sospechosos que resultan no ser cáncer), disminuyendo la ansiedad de las pacientes y la necesidad de pruebas adicionales innecesarias.

Adicionalmente, estudios de imagen más avanzados como la Tomografía Computarizada (TC) y la Resonancia Magnética Nuclear (RMN) son herramientas valiosas para la estadificación de la enfermedad (determinar qué tan avanzado está el cáncer y si se ha diseminado). La Tomografía por Emisión de Positrones (PET-CT), que combina imágenes funcionales con estructurales, es especialmente útil en el seguimiento de pacientes donde se sospecha la reaparición del cáncer en alguna parte del cuerpo, pero no se logra detectar con los métodos habituales.
En el próximo blog, continuaremos explorando este fascinante tema y nos adentraremos en los avances más recientes en los tratamientos personalizados.
Nuevos puntos clave en la sección de mamografía:
Detalle de la digitalización: Explica los beneficios de la digitalización (menor radiación, mejor manipulación, almacenamiento).
Funcionamiento de la tomosíntesis: Detalla cómo se crea una imagen 3D y por qué esto es superior a la 2D (superposición de tejidos).
Beneficios específicos de la tomosíntesis: Énfasis en mamas densas y reducción de falsos positivos.
Espero que esta extensión sea justo lo que buscas para tu blog. ¡Me dices qué te parece!
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